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29 de junio de 2022
En el centro de las preocupaciones de los colombianos está el rumbo que el nuevo gobierno del país tomará en materia de vivienda e infraestructuras. ¿Qué propone Gustavo Petro?
El presidente número 118 del país y el primer líder de izquierda en llegar a la Casa de Nariño, asumirá el gobierno de una de las economías más dinámicas de la región. Gustavo Petro se encuentra ante el reto de gestionar las expectativas que abre la nueva administración en materia de vivienda, inversión en infraestructuras, comunicaciones, producción y sostenibilidad, entre otras.
Colombia ha alcanzado cotas históricas desde 2020 en el sector de la construcción y compraventa de activos inmobiliarios, un verdadero boom del mercado de la vivienda impulsado por una política de subsidios que ha logrado esquivar el impacto de la pandemia.
Entre las reacciones tras los resultados de los comicios destaca el pronunciamiento de la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), quien señaló el respaldo del gremio a la nueva gestión. Uno de los temas más preocupantes en el sector inmobiliario es la presión de costos de construcción que se vienen profundizando desde hace un año.
El exalcalde de Bogotá estudió Economía, Administración Pública, es especialista en Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional, y llega a la Presidencia tras un amplio recorrido político.
En el programa electoral de Gustavo Petro destaca la importancia que da el líder de la alianza progresista al impulso y desarrollo de grandes infraestructuras que permitan mejorar la competitividad del país. Crear un nodo interconectado a nivel ferroviario, fluvial y de carreteras junto al desarrollo de plataformas logísticas multimodales que permitan facilitar el transporte de mercancías y el flujo de bienes y servicios, está entre sus prioridades.
En materia de sostenibilidad, plantea iniciar un cambio hacia una transición energética distinta a la extractivista (petróleo y carbón), y centrarse en energías renovables que no supongan un daño medioambiental.
Las propuestas del nuevo presidente se enfocan decididamente al desarrollo rural, con el objetivo de volver productiva la tierra.
Política de vivienda:
Activar las tierras improductivas: propone transformar el campo en clave productiva y de justicia social y ambiental, garantizando el derecho a la tierra para las familias rurales, primero proponiendo al propietario del latifundio activar la producción y en última instancia venderlos al estado para que este los ceda a las comunidades rurales.
Infraestructuras y comercio internacional: busca impulsar la conexión de las unidades de producción con los centros de comercio y exportación, así como facilitar el acceso a bienes y servicios públicos que permitan aumentar la productividad, la innovación y los encadenamientos productivos entre los campos, las ciudades y el mundo.
Energías renovables: promoción de un plan ambicioso de techos y granjas solares en las zonas con mayor exposición solar del país. En las zonas no interconectadas implementará proyectos comunitarios de generación de energía eléctrica con fuentes renovables basadas en los potenciales disponibles en cada región.
Transformación digital: propone expandir la cobertura de internet de fibra óptica para llevar internet con gratuidad, con prioridad a las zonas rurales.
Transición hacia energías limpias y cambio climático: busca modificar el actual modelo energético y dejar atrás la dependencia exclusiva del modelo extractivista, pasando a una economía productiva basada en el respeto a la naturaleza.